viernes, 11 de junio de 2010

Misantropía

“Es simple, existe el bien y existe el mal; los dos lados son opuestos, tan diferentes como el día y la noche y la línea que los divide es clara… O al menos se supone que lo sea.”

Es difícil comprender cuál es el bien y el mal, cuando lo que buscas es malo para los demás seres humanos pero bueno para ti mismo, en realidad es algo relativo, lo bueno no lo es para algunos, desafortunadamente esos algunos tienen más peso que lo demás, más bien es contrariada esta situación, para un hedonista elegir el espíritu ante el placer sería incorrecto, no planeo meterme con corrientes filosóficas por que no es así como debería guiarse esta división dual, después de todo están basadas en los deseos humanos, solo una pregunta surge de mi lado ¿Si para mi es bueno es necesario que sea malo para los demás?

- Deberías observar como huyen al verse rodeados, como si fueran patéticos seres, su poder no se compara al nuestro y sin embargo se sienten los reyes, son egocéntricos, débiles, altaneros, orgullosos, insensibles, observan a su alrededor con ese inconfundible aire de grandeza, sintiéndose más que lo demás, pero mira atentamente y veras un montón de seres cobardes temerosos de una rebelión –
- No es verdad, son también seres vivos… -
- ¡Exacto! Mi débil contraparte, no te das cuenta, son seres vivos, dime, ¿Qué pasa si un humano mata a un animal? –
- Lo… celebran –
- Exacto, vamos bien, ahora, a la inversa, ¿Qué sucede si un animal mata a un humano? –
- Lo… asesinan...
- Más que asesinar, ¡Lo crucifican!, lo hacen ver como la peor catástrofe existente en este mundo mientras ellos emergen y se apoderan de él como cucarachas.

Mientras más pasa el tiempo me cuesta mas trabajo creer lo que ha ocurrido, todo parece tan lejano a mí, no es que sea yo alguna humanista desquiciada pero esta nueva forma de observar los hechos es, simplemente, contraria a aquel mundo perfecto que visualizamos.

Nos vemos envueltos en ciertas circunstancias donde nuestra perfección se ve eclipsada por algo más.

Algunos días han transcurrido, son sucesos que han marcado mi forma de pensar, que me han permitido apreciar las cosas de su contraparte, desafortunadamente no puede hacer nada. He visto como la sociedad humana, la sociedad perfecta se desmorona; humanos que matan humanos, hermanos peleados, familiares muertos, uniones desaparecidas, amistades apagadas, hijos que huyen de casa, jóvenes que se suicidan, hijos malagradecidos, gente enfurecida, adultos gruñones, nietos groseros, padres insatisfechos. En fin, he visto como nuestra sociedad decae, nos es que de repente me importe mucho la sociedad solamente es observar el panorama general con el cual nuestra sociedad decae.

“Un niño caminaba temeroso con un pequeño paquete en las manos, el sol comenzaba a iluminar la callejuela en la cual se adentraba, los locales se mantenían cerrados a excepción de aquel que se encontraba al final de la calle.

Por algún instante no divisaba nada, tan solo escuchaba algunos ladridos apagados, se acerco lentamente a aquel lugar, una gran cantidad de personas cerraba un círculo alrededor de aquel lugar.

Por fin pudo divisar el catastrófico espectáculo; gruñían cegados por el deseo de poder, escupiéndoles a aquellos seres mientras estos tan solo hacían lo que les permitían sus débiles esfuerzos, uno logro incorporarse y se le lanzo al otro con renovado ímpetu ante una patada de uno de los presentes, el otro tan solo logro esquivar con un lento movimiento a su compañero, ambos enemistados tan solo por la furia y el placer humano, ambos sangrantes, ambos cansados, ambos debilitados, ambos simplemente reducidos a cruel entretenimiento, el segundo logro incorporarse y clavo sus dientes en el cuello de su aturdido contrincante y un par de rojizos hilos resbalaron por su mandíbula.

- Deténganse – Grito el niño con lagrimosa voz, un par de hombres lo miraron, burlones de su frágil intento y uno de ellos le escupió a la criatura que con fuerza sostenía el cuello de su agonizante compañero.

- Deténganse –
Gruño el niño enfurecido y con los ojos acuosos se lanzo hacia aquel sujeto golpeándolo con toda su fuerza en la cara, las demás personas se colocaron alrededor se esta nueva pelea y las dos criaturas cayeron agotadas mientras brotaba una sustancia rojiza de su piel.

El sujeto tomo al niño de la ropa levantándolo hasta ponerlo frente a su rostro, observándolo hastiado, levanto un puño clavándoselo al pequeño en el pecho y le dejo caer con ayuda del impacto, el niño permaneció en el suelo inmovilizado por el impacto, entreabrió ligeramente sus ojos y observo los zapatos del tipo que lo había golpeado, así como a aquel par de perros intentando incorporándose imposibilitados por el dolor, un tronido llamo su atención y clavo su mirada en otro sujeto quien empuñaba una pistola.

- Criatura inútil – Murmuro y un disparo se escucho apagando uno de los gemidos.

Dos gruesas lagrimas cayeron por la mejilla del niño, el sujeto apunto la pistola hacia él otro débil ser, quien en un último débil esfuerzo se intento incorporar, el niño se incorporo lentamente deslizándose al lado de la sangrante criatura y acaricio con delicadeza su cabeza y el perro lamio su mano como agradecimiento, él sujeto apunto con firmeza el cañón hacia ambos y quito el seguro, poso su dedo en el gatillo y, disparó”

- Por un instante me gustaría ser más fuerte, ser algo más que un simple ser humano, algo más que un ser egocéntrico e inservible, algo que pueda ayudar. Quizá tener un poco mas de fuerza, de fortaleza, quizá un poco mas de inteligencia, quizá más confianza, algo que pueda ayudar, algo que pueda herir a esos otros seres, a aquellos seres crueles, para lograr un poco de igualdad, ¿Quién marca la diferencia entre el bueno y el malo?, ¿Algunas buenas acciones nos hacen buenos?, ¿Algunas excepciones nos hacen no ser escoria?, ¿El poseer más habilidad nos convierte en los lideres, en los reyes, en los dioses? -

De repente tan solo los mira, observa a los seres en su auto fascinación, en su debilidad, en su propio amor y cariño, en su propio egocentrismo. Los observa rencoroso, con odio y a la vez temor, temor de no ser nada más que un pensamiento que al paso del tiempo quizá se desvanezca por que a fin de cuentas, tan solo eso soy, demasiada humana, tan humana que me repugno de mi propia humanidad.


“Existe el mal y existe el bien, pero la línea que los divide puede ser casi imposible de encontrar. Al final lo único que sé es que las respuestas no se obtienen fácilmente, se supone que sea simple, pero no lo es…."

Y de nuevo vuelvo a caer en esa oscura parte de mi misma, siento esa faceta ajena a mí, a mi yo común, tan fría, tan severa, tan… Misántropa.

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