jueves, 31 de marzo de 2011

A un amigo perdido...

Esta entrada fue escrita el 28 de Marzo, y es ahora subida, quizá demasiado tarde, sin embargo, era necesario hacerlo, aunque espero que esto no cause molestia alguna. Solo es una manera de expresar como me siento, y, a lo mejor, ya no tenga importancia alguna.

“Hola mi buen amigo, ¿Cómo has estado? Quizá ahora mejor que antes, dime mi amigo, aún recuerdas aquellos instantes en que tomados de la mano entonábamos una canción que significaba algo para ambos o ya lo has olvidado, puede ser que entre la ferocidad y tensión de la vida aquellos cantos se hayan perdido en la memoria, pero me gusta creer que no es así, que a pesar de los terribles momentos que han surgido y de todo el daño que nos hemos hecho siguen ahí. Como la canción marcaba, ¿Lo recuerdas mi buen amigo? “Solo quedarán los buenos momentos de ayer, que fueron de los dos” si, solo tuyos y míos, esas sonrisas, esos llantos, esas palabras, esos abrazos, esos saludos…

Tantas cosas vividas mi amigo y me perdonaras si dada la situación me atrevo a recitarte algo de Becker, pero no debo olvidar ningún detalle más:
“Alguna vez le encuentro por el mundo
y pasa junto a mí
y pasa sonriéndose, y yo digo: -¿Cómo puede reír? –
Luego asoma a mi labio otra sonrisa,
mascara de dolor,
y entonces pienso: -¡Acaso se ríe como me río yo!”


Así es mi amigo, te he visto ser feliz y espero sea de verdad, espero que la sonrisa de tus labios no se borre jamás, que la sonora carcajada que retumba en mis oídos sea sincera, que rías con ellos lo que yo no reí contigo. Y entonces, al verte feliz pienso “No me necesita en verdad, así es más feliz” y mi mundo se nubla por unos instantes, mientras me trago el dolor de saber lo que perdí y te miro solo ser feliz.

Soy sincera en este escrito mi buen amigo, soy sincera en cada palabra dicha a ti, después de todo ¿Cómo mentirle a la buena amistad? Quizá de la misma manera en que falsas miradas de odio evadimos la realidad mi amigo, o al menos yo lo hago así, quizá para ti, ya sea esa tu realidad.

Tantas dagas clavadas en el alma contraria, tantas heridas hechas en el espíritu y en el ser de un igual, de un aliado, de un compañero, de un amigo. Tanta confusión que ciega la vista y cierra la mente, tanta amargura y momentos perdidos y todo por orgullo mi querido amigo, todo por orgullo.

No te mentiré mi amigo, y disculpa si alguna palabra escrita ofende a la lectura que se pueda dar a esto, al decir que te extraño como a alguien a quien has perdido ya del todo, quizá sea así, quizá el daño hecho sea ya irreparable, pero no retrocederé al hablar de lo difícil que ha sido en realidad.

No puedes culparme del todo a mí, mi buen amigo, pero si puedes soltar en mí la mayoría de la culpabilidad, no la rechazaré y bien valdría disculparme por tal aspecto, pero para este instante un perdóname no debe tener valor alguno.

Sin embargo, mi amigo, te vez más tranquilo ahora y a lo mejor sea lo correcto no mover nada más de lo ocurrido, pero la verdad es que ya lo he perdido todo, y perdona si el drama se mete en esto, pero solo busco apagar un poco el dolor de mi corazón. Aunque de nada valga ya, sé que no es tu responsabilidad y no pido que aceptes lo que una persona como yo te pueda pedir o que te sientas con el deber de perdonar los errores que me han llevado a esto, no lo merezco en realidad…

Solo espero que encuentres la felicidad que buscas y espero no olvides jamás aquello momentos que vivimos juntos, aunque sea el instante y no la persona con la que lo compartías, y lamento mucho que ahora seas mi amigo perdido…